Por definición, las razas son grupos de animales relacionados, suficientemente similares en su bagaje genético y aspecto físico, como para producir descendientes físicamente similares cuando se cruzan entre ellos (Blood y Studdert, 1999).
Si realizamos un estudio detenido sobre los cambios que ha experimentado el canario ancestral (serinus) a lo largo del tiempo, observamos como estas modificaciones son consecuencias de la intensa actuación del hombre sobre el canario, mediante los cruces y la selección, considerándose esta evolución más como un artificio humano que como una realidad biológica. Es evidente que estas transformaciones han sido las causantes de las distintas razas de canarios.
Las razas en el canario se distinguen por un conjunto de caracteres visibles exteriormente (fenotipo), que están entre ellos determinados genéticamente y que se han diferenciado de otras de la misma especie a lo largo de mucho tiempo. Este conjunto de características similares, bajo el acuerdo de un grupo de aficionados normalmente gestores de esta actividad, es lo que se conoce, o por lo menos así lo entendemos, como el estándar.
Asimismo, la intervención constante del hombre sobre una población determinada basándose en los mecanismos que inciden en la formación de las distintas razas como son:
- el aumento de velocidad e intensidad de diferentes factores genéticos;
- la limitación del número de machos; y
- la consanguinidad.
Con el fin de mantener o mejorar los caracteres que le sean útiles y beneficiosos ha producido un efecto de deriva genética en las razas.
Esta deriva genética en la canaricultura se ha traducido en la puerta abierta para que los gestores y ciertos grupos de criadores de elite estén en constante movimiento, y como pasatiempo se (más…)