Las Vitaminas, según ECKERT, (1989 pág. 723) “son un grupo, diverso y sin ninguna relación química, de sustancias orgánicas que generalmente se necesitan en pequeñas cantidades para actuar, de forma principal, como cofactores de los enzimas”; es decir, sustancias orgánicas reguladoras de los diversas procesos que tienen lugar en el cuerpo de las aves (Rizados).
“La capacidad para sintetizar las diferentes vitaminas cambia de unas especies a otras y, aquellas vitaminas esenciales que un animal no puede producir por sí mismo deben obtenerse a partir de otras fuentes, principalmente de las plantas, pero también de la carne animal de la dieta o de los microbios intestinales” (Eckert, 1989).
Frutas: complejo vitamínico natural.
Las vitaminas se les clasifican según su solubilidad en aceite o agua. “Las liposolubles o solubles en las grasas son, la A (retinol), la D (calciferol), E (tocoferol), K (antihemorrágica), la F (ácidos grasos esenciales); y las hidrosolubles que forman el complejo B, encontrándose la B1 (tiamina), la B2 (riboflavina), B3 (niacina), la B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B12 (cobalamina); la Vitamina C (ácido ascórbico) y la Vitamina H (biotina). También existen otras sustancias conocidas como falsas vitaminas o vitaminoides que se incluyen en el grupo de las vitaminas como, el Inositol, la Colina y el Ácido Fólico”. (Autores V).
Las vitaminas se deben suministrar en pequeñas dosis a través de los alimentos, porque el Rizado no puede sintetizarlas. “Como excepciones, la vitamina D que puede formarse cuando una planta o un animal es irradiado con luz solar, las vitaminas K, B1, B12 y ácido fólico que se forman en pequeñas cantidades en la flora intestinal” (Uned, 2013; Otros); así como, la vitamina C que puede ser sintetizada por las aves (Jull, 1962; Babor/Ibarz, 1975). Las vitaminas son necesarias y esenciales para la salud del Rizado; porque, la carencia de algunas de ellas afectan a características tan fundamentales como, “el desarrollo y la pigmentación de las plumas” (Jull, 1962).
La Vitamina A es “una vitamina soluble en las grasas, relacionada químicamente con el beta-caroteno, que se convierte en vitamina A en los tejidos, principalmente en el hígado. Los vegetales no contienen vitamina A libre, pero si sus provitaminas (carotenos, xantofila). El enzima carotinasa desdobla en el hígado el caroteno en vitamina A” (Babor/Ibarz, 1975).
En otras palabras, se forma en “el cuerpo del ave a partir del caroteno y de la criptoxantina contenidas en ciertos alimentos y tiene especial importancia para mantener en condiciones satisfactoria el epitelio de los ojos, los aparatos respiratorio y digestivo y otras partes del cuerpo” (Jull, 1962).
Posible carencia de vitamina A o catarata
“El contenido en vitamina A de los alimentos incluye la vitamina y sus provitaminas” (Babor/Ibarz, 1975). Su carencia se pone de manifiesto por la “lentitud del ojo para adaptarse en la oscuridad; aunque los defectos oculares varían de una especie a otra” (Maynard, 1968). Sin embargo, “el exceso de vitamina A en la ración tiene un efecto deprimente sobre el funcionamiento de la glándula tiroides” (Jull, 1962).
Algunos Rizados, a partir del segundo año, pierden la visión de un ojo o de los dos. Generalmente, la pérdida de visión, comienza siendo parcial pero en poco tiempo es total en la mayoría de los casos. En algunos no se aprecian síntomas de tal patología, pero en otros aparece en el centro del globo del ojo una pequeña película blanca, que normalmente atribuimos a una carencia de vitamina A o una catarata.
Sin embargo, el suministro de vitamina A, durante el periodo de mantenimiento y aparición de los primeros síntomas de la ceguera, no produce mejora en la visión. Esto nos hace suponer, que su carencia no es la causante de la ceguera; sino que, deben encontrarse otros factores como, la acumulación de proteínas en el ojo, la imposibilidad de metabolizar bien la vitamina A por parte del ojo, una tara hereditaria o todas, etc.
Zanahoria: fuente de nutrientes y vitaminas (betacaroteo y provitamina A)
“La vitamina A se encuentra en todos los vegetales en proporción a su pigmentación, lechuga, zanahoria, escarola, plátanos, etc.; y en los animales, en el aceite hígado de peces (halibut, bacalao), en la leche, mantequilla y yema de huevo, no existiendo prácticamente en la manteca ni en los aceites vegetales” (Babor/Ibarz, 1975).
El término de Vitamina D, “se aplica a sustancias del grupo de los esteroles que tienen propiedades antirraquíticas” (Babor/Ibarz, 1975). Se encuentra de diversas formas en ciertos compuestos de origen vegetal y animal. Los cuales, al ser irradiadas por la luz solar los induce a tomar las propiedades de la Vitamina D.
“Cuando se irradia el ergosterol, un esterol vegetal, con luz ultravioleta, se transforma en Vitamina D2, que tiene poco valor para las aves” (Jull, 1962). No obstante, “la levadura de cerveza es muy rica en “ergosterol” y su irradiación produce una fuente de gran potencia para otras especies pecuarias” (Maynard, 1968). Sin embargo, “cuando se somete a la luz solar el “7-dehidrocolesterol, un esterol existente en la piel de las aves, es activado para formar vitamina D3, la más eficaz para las aves. El 7-dehidrocolesterol irradiado es tan eficaz como el aceite de hígado de bacalao para prevenir el raquitismo de las aves cuando están en periodo de crecimiento” (Jull, 1962).
El ergosterol activado es la vitamina D2 y el 7-dehidrocolesterol activado es la vitamina D3; ambos esteroles activados se conocen como provitaminas D. Se encuentra en el aceite hígado de bacalao y halibut, y en menor proporción en la leche, huevos y grasas animales (Babor/Ibarz, 1975).
En la comida del Rizado se “debe proporcionar vitamina D, en cantidades adecuadas para la utilización del calcio y del fósforo” (Jull, 1962). Porque, como hemos indicado en el apartado de los minerales, “el calcio y el fósforo contenidos en la ración no pueden ser utilizados eficazmente para la formación de los huesos si existe una deficiencia en vitamina D, que produce, la enfermedad llamada raquitismo” (Jull, 1962); desmineralización de los huesos
Para Maynard (1968, pág. 203,) el raquitismo es un trastorno del metabolismo del calcio y del fósforo y no solo tiene relación con la deficiencia de vitamina, sino con las cantidades de esos elementos minerales y la relación entre ellos. No hay calcificación sin calcio y fósforo. Por otra parte, la vitamina D tiene una función nutritiva además de la relativa al desarrollo de los huesos. Indudablemente, esta vitamina es necesaria siempre para la calcificación de los huesos en su periodo de desarrollo, pero la cantidad necesitada varía con la cantidad y relación de los elementos minerales citados y con la especie animal. Pero ninguna cantidad de vitamina D puede compensar una gran deficiencia mineral.
Con relación a la luz solar y la nutrición de vitamina D expone que “como la mayor parte de los alimentos comúnmente usados contienen poca o ninguna vitamina D, parece que habría necesidad de añadir a la dieta un suplemento de esa vitamina. Esto sería cierto si no fuera por el sol, cuyos rayos ultravioletas transforman las provitaminas de la piel en vitamina D3. La luz solar suple así la deficiencia de la mayor parte de los productos alimenticios naturales”. Esto conlleva, que debemos sacar los Rizados al sol; pero, con la prudencia de no exponerlos a una irradiación excesiva e irregular, porque puede resultar nociva.
“La Vitamina E es soluble en grasas, conocida químicamente con el nombre de alfa-tocoferol, tiene importancia para mantener en buenas condiciones los órganos reproductores y el tejido del cerebro” (Jull, 1962). Es otras palabras, “los machos alimentados con raciones deficitarias en vitamina E poseen una fertilidad deficiente y las hembras producen huevos de baja incubabilidad (Jull, 1962); entendiéndose por incubabilidad, la capacidad de un huevo fértil de producir un pichón de Rizado vivo y en buenas condiciones, y no abortado.
Con la administración de la vitamina E durante el periodo de reproducción (preparación para la cría y cría) evitaríamos no solo la infertilidad de los machos, sino también una de las causas que provocan la muerte del embrión. La vitamina E “está muy difundida en los alimentos de las especies pecuarias. Abunda en los granos enteros de los cereales, particularmente en el germen, y, por lo tanto, en los subproductos que contienen germen” (Maynard, 1968); así como, en los “aceites vegetales y hojas verdes” (Babor/Ibarz, 1975).
La Vitamina H se conoce también como biotina, coenzima R y factor antinocivo de la clara de huevo, pues si ésta se come cruda, sin cocer, se desarrolla en el hombre y también en las ratas una dermatitis que puede ser curada con biotina” (Babor/Ibarz, 1975). Incluso, “en todas las especies se ha observado la dermatitis, perdida de pelo y retardo en el crecimiento” (Maynard, 1968).
La biotina es necesaria para crecimiento normal y la buena incubabilidad, y está relacionada con la perosis (Jull, 1962), es decir, influye en el desarrollo normal del embrión y su ausencia en la dieta produce un retardo en el crecimiento. Según (Maynard 1968, pág. 240) “la biotina, en unión al manganeso, la colina y el ácido fólico, sirve para prevenir la perosis”; término, que se aplica a la deformidad de las patas de los pollitos y otras aves.
Deformidad, que resulta poco habitual o nula en los Rizados. No obstante, podría haber aparecido esta deficiencia y no prestar demasiada atención por nuestra parte o simplemente restarle importancia; también, se pudo confundir con otras manifestaciones. En fin, si apareció en algún momento, la eliminamos del aviario sin haber tomado conciencia de ello.
“Una deficiencia en biotina (H), produce una mengua en la fertilidad de los huevos de las aves de corral adulta” (Maynad, 1968) y en los Rizados consecuentemente conduce a la esterilidad, produciendo una cantidad anormal de huevos no fecundados. Es necesaria en el desarrollo de muchas levaduras, hongos y bacterias. Se encuentra en la levadura, en la yema del huevo, en el hígado y en todos los productos que contienen el complejo vitamínico B (Babor/Ibarz, 1975).
La Vitamina C o ácido ascórbico “parece que es necesaria en el metabolismo de todas las especies, pero su necesidad en la dieta está limitada al hombre, al cobayo y al mono; sin embargo, no se ha determinado si es sintetizada siempre en cantidad suficiente en el metabolismo de otras especies, particularmente los animales de granja” (Maynard, 1968). Los pájaros, las ratas y las vacas no precisan de ácido ascórbico en su dieta, pues pueden sintetizarlo (Babor/Ibarz, 1975); actúa como “antioxidante y es sintetizada por el propio organismo de las aves” (Jull, 1962).
No obstante, existe una relación entre la vitamina C y la vitamina A, de tal forma, que “la deficiencia de ácido ascórbico puede manifestarse en las especies que normalmente no requieren su inclusión en la dieta, cuando la dosis de vitamina A es insuficiente” (Maynard, 1968).
Un grupo importante de vitaminas es el llamado “complejo vitamínico B” (Maynard, 1968), que incluye un grupo amplio de vitaminas hidrosolubles; de las cuales, vamos a mencionar aquellas que utilizamos con más frecuencia en la dieta del Rizado.
La Vitamina B1 o tiamina; su carencia produce “trastornos nerviosos en las aves en crecimiento. En casos graves la cabeza cae sobre la espalda; se encuentra en abundancia en los cereales y en la leche desnatada (Jull, 1962); “La levadura de cerveza es la fuente más rica que se conoce de vitamina B1, le sigue en potencia vitamínica el germen de trigo y entre los productos animales la yema del huevo” (Maynard, 1968). Para este mismo autor, la leche no es rica en vitamina B1, porque la pasterización o pasteurización durante 30 minutos a 63º destruye el 25% de su contenido.
Cabeza torcida
Durante el periodo de reproducción y crecimiento de la vida del Rizado se requiere un incremento de Vitamina B2; porque, los reproductores necesitan una cantidad adecuada de riboflavina (B2) para una mejora en la incubabilidad asegurando un buen desarrollo del embrión (Jull, 1962) y para evitar infertilidad de los huevos (Maynard, 1968). Asimismo, “la disminución del crecimiento y de la eficacia para aprovechar el alimento pueden ser considerados como señales específicas de la deficiencia de la riboflavina (B2). Se encuentra en la leche descremada y el suero, por lo que tienen un gran valor en las raciones de las aves” (Maynard, 1968); así como, en “la levadura, el hígado y la clara del huevo” (Babor/Ibarz, 1975).
La Vitamina B3 o niacina, es necesaria para “el crecimiento y desarrollo normal de la pluma, su carencia produce una afección llamada lengua negra (Jull, 1962). “El triptófano es el aminoácido que sirve como precursor para la síntesis de la niacina en el organismo animal” (Maynard, 1968); existiendo una relación entre la niacina y el triptófano. “Esta vitamina está muy difundida en los alimentos, encontrándose en todas las células vivas, en el hígado, en las levaduras, guisantes, soja y germen de trigo” (Babor/Ibarz, 1975). También se conoce como ácido nicotínico.
La carencia de la Vitamina B5 o ácido pantoténico en la ración de las aves en crecimiento determina retraso en el desarrollo y plumas sumamente deshilachada (Jull, 1962). También disminuye la fertilidad de los huevos de las aves adultas; pero está muy difundida en los alimentos de origen vegetal y animal, por lo que no es de temerse la deficiencia en raciones de las especies pecuarias. Se encuentra en la levadura, salvado de arroz y salvado de trigo (Maynard, 1968); así como, en el hígado, la hierba verde, productos lácteos, harina de cacahuete, etc. (Jull, 1962).
Plumas deshilachadas
La Vitamina B6 o piridoxina, “cuando la ración es insuficiente en esta vitamina se retarda el crecimiento y corren sin dirección fija, sufren sacudidas y finalmente entran en convulsión y mueren” (Jull, 1962). “Se encuentra muy difundida en los alimentos: la levadura de cerveza, la leche, los granos de cereales y sus subproductos la contienen en cantidades considerables” (Maynard, 1968); así como, en “la cascarilla de arroz, maíz, germen de trigo, levadura, etc., combinada con proteínas” (Babor/Ibarz, 1975).
Parisino del año (pichón).Su cabeza apareció torcida un día antes del destete, Se encontraba, a nuestros ojos, en perfecto estado de salud. Pensamos, que podría ser debido a la carencia de lguna vitamina como matiene (Jull, 1962), o que su organismo no la asimila. También podría haber ocurrido, que los primeros días de nacido contrajera salmonella (portador, huevo o nido) y se desarrolló en el momento del destete, pero esto no se apreció.
La vitamina B12 o cobalamina, “cumple un papel específico, en el alivio de los síntomas de la anemia perniciosa en la especie humana” (Maynard, 1968). “Las aves en crecimiento alimentadas con raciones deficientes en vitaminas B12 crecen con notable retraso, su pluma se forma mal y presenta aspecto desnutrido” (Jull, 1962); también influye de manera esencial en fertilidad de los huevos y se encuentra relacionada con el ácido fólico y la colina. “La fuente natural más rica de esta vitamina es el hígado. Se encuentra en alimentos de origen animal, leche desecada en polvo y otros productos proteicos animales y en ciertos productos de origen vegetal como, la levadura de cerveza y otros” (Maynard, 1968).
El inositol forma parte del complejo B y está íntimamente unido a la colina y la biotina. Se encuentra en los tejidos de todos los seres vivos: en los animales formando parte de los fosfolípidos y en las plantas (uned, 2013). Está muy difundido en los alimentos de origen animal, y por ello las raciones comúnmente usadas lo aportan en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades orgánicas de los animales de granja (Maynard, 1968).
La existencia de la colina, vitamina componente del grupo o complejo B, “fue reconocida en el organismo de los animales mucho antes de que se descubriera la primera vitamina, y su ausencia en la dieta produce falta de crecimiento, hígados grasos y hemorragia en los riñones, el tendón corrido de los pollitos y pollas y otras afecciones patológicas” (Maynard, 1968). “Actúa conjuntamente con el inositol en la formación de lecitina, que tiene importantes funciones en el sistema lipídico. La colina se sintetiza en el intestino delgado por medio de la interacción de la vitamina B12 y el ácido fólico con el aminoácido metionina” (uned, 2013).
El ácido fólico, es “fundamental para el crecimiento de los pichones, la pigmentación de la pluma, el buen desarrollo de ésta y la formación de hemoglobina” (Jull, 1962). “El ácido fólico y la vitamina B12 disminuyen la demanda de colina, protegen de daño al riñón en las ratas y benefician a los pollos en el proceso de crecimiento y en la prevención de la perosis (Maynard 1968). “Sustancia que se obtiene de las hojas verdes, siendo esencial para el crecimiento de los polluelos y de ciertas bacterias lácticas. Tiene acción antianémica y se obtiene industrialmente por síntesis” (Babor/Ibarz, 1975); también se encuentra en los granos de cereales y en varios subproductos animales, “como la levadura y las harinas de hígado” (Jull, 1962).
Rizado AGI del año (pichón). Tuvo un desarrollo muy lento, permaneciendo en la jaula de cría con los padres más tiempo del normal. El torcimiento de la cabeza era bastante pronunciado, aunque, en la foto no se aprecie. Creemos, que podría haber sido ocasionado más por salmonella u otras bacterias que por carencia de algunas vitaminas o aminioácidos.
Las vitaminas hidrosolubles “como el ácido ascórbico no son almacenadas en el individuo y, por tanto, deben ser ingeridas o producidas de forma continua para mantener los niveles adecuados” (Eckert, 1986); aunque las aves no precisan el ácido ascórbico en su dieta porque pueden sintetizarlo, sin embargo, el complejo que uso contiene la vitamina C. Un exceso de estas vitaminas no debe preocuparnos, “porque se eliminan rápidamente por la orina sin originar peligro alguno” (Bender, 1977). En cambio, las liposolubles se almacenan en el hígado y tejidos adiposos; consumidas en exceso pueden resultar tóxicas.