De los SERINES HOLANDESES al AGI (III)

2 febrero, 2012 Posted by hnosgarciaramos

 

EL RIZADO DE PARÍS: Descripción General del  ”PARISINO”

 

Tal como señala el Prof. G. DE BASEGGIO (1996, pág 48) en su estudio sobre los canarios rizados: “la Raza conocida como  “Rizado de París” es un canario de FORMA, con morfología del tipo BRACHIMORFO (1), donde los diámetros transversales y los espesores están muy desarrollados, y los pájaros parecen enormes masas”; es decir, canarios de grandes dimensiones con diámetros equilibrados.

Fig. 1: Rizado de París. 1er.premio FOCDE 2007

Entendemos, que para elaborar nuestro trabajo sobre el Rizado de París; parece adecuado comenzar con las cualidades que caracterizan a una raza o cultivo; y que son el resultado de la selección repetida y continua, año tras año, de nuestros parisinos. Cualidades, más o menos perfectas, que se deben ajustar al estándar de la raza; las cuales, se trasmiten a su descendencia a través de la herencia genética.

Las características que vamos a desarrollar, véase (BLAKSTON, 1877; ROBSON, 1911; AUBAC, 1959;  DE BASSEGGIO 1989, 1996), son las siguientes:

  • El tipo;
  • la forma;
  • el porte;
  • la talla;
  • la constitución;
  • el color;  y
  • el plumaje y calidad del plumaje.

No obstante, debemos considerar que algunas características resultan difíciles de definir en términos precisos, lo que dificulta cierto grado de comprensión y sobre todo cierta dificultad de visualización cuando no se cría la Raza. Pero, una vez observadas y vistas sobre el pájaro son bastantes comprensibles; al igual que cuando las visionamos sobre cualquier soporte como videos, fotos y muy especialmente en gráficos y dibujos.

Las fotos, generalmente, presentan bastante dificultad para realizar juicios sobre la calidad de un pájaro, especialmente si estos son rizados de postura pesada, como la raza que estudiamos. Por lo tanto, podemos establecer dos consideraciones: a) el simple hecho de su manipulación, altera la posición de su plumaje originando una perdida de su forma suave, sinuosa y compacta, que hace del parisino un todo armonioso; y b) la pericia del fotógrafo, su cámara y su caja fotográfica.

Por ello, el procedimiento, más adecuado para observar y analizar las características y cualidades que conforman a un parisino con relación a su estándar, es el que resulta de visitar con frecuencia exposiciones y aviarios.

Rizado de París. 2do premio. Mundial de Portugal 2010

El TIPO; en biología, el vocablo Tipo, se usa para “designar el ejemplar que queda como modelo o patrón real y tangible en la descripción de una especie o variedad de ser vivo” (2). Por consiguiente, sería el conjunto de caracteres distintivos o de los rasgos característicos de una raza  presentados de forma equilibrada.

El rizado de parís manifiesta de manera visible su tipo por medio de la relación que mantienen sus diámetros. Las hembras evidencian más el TIPO de la raza que los machos, ya que sus diámetros longitudinales y transversales están más equilibrados.

La FORMA;  para  tener una aproximación del concepto “forma”, vamos a describir que se entiende por volumen en escultura.  “El volumen es un espacio ocupado, pero lo que perciben nuestros ojos es un envolvimiento de dicho espacio, es decir la forma, y a través de esta superficie-forma se produce una sensación de espacio ocupado (el volumen)”. En la Forma se dan cita elementos como el color y la textura, que son los ingredientes materiales de la superficie (3).

Por consiguiente, podemos considerar la forma como “la figura espacial de las cosas”; en nuestro caso, el modo de aparecer o manifestarse un parisino, que generalmente los aficionados llamamos volumen; y debe ser, según AUBAB (1959, pág. 11) “armoniosa y de aspecto macizo, sin contrastes y sin esa particular esbeltez que indica extrema delicadeza y delgadez; los buenos parisinos deben ser grandes y fuertes”; acompañados de un plumaje de excelente calidad, tanto en su el color como en su textura.

El PORTE; podemos definir el porte como “la posición que un parisino asume cuando está sobre el posadero” LOMBARDINI (1974, pág 103), y qué según la FOI (2006, pág. 24) “debe expresar toda su elegancia”; es decir, la que exige el estándar.

A mitad del siglo pasado se consideraba buen parisino, el que “poseía un porte inclinado, sin rigidez;  lo que significa que el pájaro derecho sobre su posadero casi se asemejaba a un croissant descansando sobre el palo y con una inclinación de 45 grados” AUBAC (1959, pág. 11); término muy valorado en su tiempo por los criadores de la época.

El estándar actual ha modificado este concepto y prefiere los pájaros “en línea” con el eje del cuerpo. Es decir, el tronco y la cola forman una línea recta imaginaria, que mantienen con relación al posadero una inclinación mayor de 60 grados (CNJ/FOCDE).

La elegancia, cualidad importante en cualquier animal, se manifiesta en los rizados de parís a través de su porte. Porte que, por otro lado, debe ser altivo, soberbio y majestuoso por la colocación de sus rizos y por la simetría de su aspecto.

Para AUBAC (1957, pág 45) se distinguen dos tipos de porte en el canario Rizado de París,

  1. porte alto y vertical, (manifiesta toda su longitud o talla),
  2. porte bajo, (el parisino se presenta agazapado en el posadero; porte llamado por algunos aficionados y jueces, de rana o rana ).

Asimismo, nos hace saber que el porte alto y vertical es el preferido para los concursos.

Rizado de París; posición 50 – Rizado de París; porte bajo o rana

Para LOMBARDINI (1974, pág 103), el porte más apreciado es la “postura erguida, ya que expresa elegancia y grandeza”.

Por consiguiente, para concursar y reproducir, el parisino seleccionado debe asemejarse a un croissant, con un  porte alto y vertical en línea con el eje del cuerpo como afirma el estándar. No obstante, como criadores, manifestamos serias dudas sobre su inclinación y su porte,  porque el parisino no debe imitar al AGI; su posición debería ser la original, que debe estar entre los 45 y 50 grados y no los 60 del Gigante Italiano.

La TALLA; según la FOI  (2006, pág. 24), “representa el tamaño del parisino en una relación acorde con todas sus partes, con el fin de alcanzar su máxima belleza”. La longitud de su cuerpo, como medida lineal, debe estar “entre 20-21cm, que va desde la punta del pico hasta el final de la cola; la apertura alar oscila entre 20 y 30cm” AUBAC (1959, pág. 43); en cambio LEGENDRE  (1957, pág. 84) expone, que su talla no debe ser inferior a 20cm.

Parisino con excelente porte y gran talla

El estándar OMJ/COM  tiene previsto “una talla mínima de 19cm, desde la punta del pico hasta el final de la cola”; asimismo CNJ/FOCDE, “establece una talla de 19cm. (mínimo)”

En cambio, LOMBARDINI (1974, pág. 103), mantiene que la talla “no debe ser inferior a 19cm”, y  hace referencia a tres niveles:

  • normal, cuando la longitud del pájaro está sobre los 19-20cm.,
  • grande, cuando la longitud del pájaro está sobre los 21-22cm.,
  • gigante, cuando la longitud del pájaro supera los 23cm.,

Sugiriendo, que la mejor talla es la gigante, porque indica fuerza y majestuosidad.

Sin embargo, debemos puntualizar que, los parisinos y los AGIs, convivían como pájaros de una misma raza en 1974; a su vez, eran enjuiciados por el estándar del Rizado de París. Por ello, pensamos, que esta circunstancia motivó a este criador y publicista a considerar la talla gigante en los parisinos, cuando es exclusiva de los AGI. La propia palabra lo dice Gigante Italiano (Arricciati).

Como consecuencia de la semejanza que mantiene el parisino con el gigante; parece, que existe una necesidad de aumentar su talla; lo cual, nos ha llevado a preocuparnos más de la longitud (largo) del parisino que de su forma. Sin embargo, debemos evitar parisinos demasiados largos, porque pueden perder la forma proporcionada y uniforme que deben tener los buenos rizados de parís; como consecuencia de la relación desequilibrada que mantendrían sus diámetros.

Resulta evidente que, el tamaño y la longitud, son conceptos bien distintos o mejor dicho, no es la misma cosa en un parisino. Lo que significa, que la longitud no debe aumentar a expensa de la forma sino en una perfecta  armonía con las distintas partes del cuerpo; de tal modo, que parisinos sin tener mucha longitud aparentan tener más tamaño (talla) que la real.

Como resultado de nuestras observaciones como criadores; los parisinos de 19-20cm de largo mantienen mejor forma (volumen) que los que miden 21-22cm, porque este aumento de longitud, generalmente, no suele ir acompañada de un crecimiento proporcional y equilibrado de su plumaje. No obstante, como la genética tiene sus muchos claros-oscuros; queremos pensar, que estas observaciones no implican una ley matemática y en cualquier momento pueda surgir cualquier anomalía (deriva).

Anomalía, que puede ocurrir por casualidad en algunos parisinos; pero si se produce habitualmente debemos seleccionarla a través de varias generaciones para lograr tener una novedad en la cepa o línea. Selección, que la podemos incluir en la ambición de cada criador para producir ejemplares lo más perfectamente desarrollados y con las características más deseadas. Pero, sin olvidar el estándar de la raza para no generar elementos distorsionadores con el único propósito de modificarlo.

Excelente Constitución y talla

Manifestar, que la talla de los buenos parisinos debe estar comprendida entre los 19 y 20cm, salvo raras excepciones; excepciones, que por otro lado confirman la regla. Si medimos con el metro en la mano y sin estirar su cuello, resulta que no miden tanto como creemos; convirtiéndose su talla más en un deseo que en una realidad.

Por consiguiente, lo importante no es solo un aumento de su longitud (largo); sino una equilibrada relación entres sus diámetros longitudinales y transversales; porque, cuanto más compensada es esta relación, los parisinos parecerán más grandes; es decir, pájaros que sin ser largos aparentan más talla.

La CONSTITUCIÓN (conformación física); los parisinos, poseen una constitución  física muy particular, que sin lugar a dudas se debe a la estructura y simetría de su cuerpo, a sus alas, a su cola, a su peso, a sus medidas, a su fortaleza, etc. Por ello, se dice que su constitución es de complexión fuerte. En otras palabras, pájaros con enormes masas y  grandes dimensiones.

La fuerza, es una característica que le es propia al parisino y constituye una de sus cualidades. La fuerza, en los parisinos, se manifiesta a través de la longitud del cuerpo y del plumaje, de su forma sinuosa, suave y compacta, que constituyen un todo armónico e imponente.

El COLOR, la primera noticia que tenemos del color se remonta a  principios del Siglo XVIII, en la obra de HERVIEUX DE CHANTELOUP (1683-1747). El color fue la primera y principal característica de los canarios y continuó siéndolo durante muchas generaciones. El color consigue su máxima expresión con la introducción del cardenalito de Venezuela (Spinus cucullatus) de color rojo carmín intenso (4); dando lugar, a una búsqueda de nuevas tonalidades en los canarios domésticos sin modificar el diseño del canario ancestral. Color que, por otro lado, se introduce en los canarios de forma y postura.

Se define el color, como la impresión que producen en la retina del ojo los rayos de luz reflejados en un cuerpo; y que según LOMBARINI (1974, pág 107), tendríamos que  considerar la “pureza y la tonalidad”. En relación a la pureza los rizados pueden ser “unicolor o manchados (pío)”; respecto a la tonalidad los pájaros pueden ser intensos, nevados y semi-nevados”.

Según CNJ/FOCDE, los colores aparecen en el plumaje según dos procesos distintos: “por los pigmentos que se forman en las plumas (pigmentación) y por la propia estructura de la masa queranítica (coloración estructural)”; continúa describiendo CNJ/FOCDE, que “los colores de pigmentación están constituidos por granos de pigmentos llamados melaninas debido a su coloración oscura y que se subdividen en dos grupos: las eumelaninas, negras o pardo oscuras en forma de bastoncitos y las feomelaninas, redondas de color castaño.

Con relación a los colores estructurales describe que no se forman por la adición de nuevos colorantes, sino por la disposición particular de los colorantes antes citados o por la difracción y orientación de los rayos solares”.

Aunque, el color es irrelevante durante el enjuiciamiento de los parisinos; resulta interesante su contribución en la formación de una línea o cepa. Por ello, creemos, que en los aviarios deben existir bastantes verdes, acompañados de los diferentes colores que su mutación ha generado, como: amarillos, blancos, grises, brunos, manchados, etc.; porque, una pajarería sin verdes está abocada al fracaso.

Parisino hembra de color verde

En nuestra pajarería, un porcentaje alto de reproductores – hembras como machos-  son de color “VERDE” oscuro, es decir, negro sobre verde; con rayas anchas y oscuras en el dorso, región ventral, cabeza, flancos y rabo.

El color verde, debe ser uniforme en todo el cuerpo del parisino, con picos y patas de color negro. Estos verdes, los cuales son muy apreciados por nosotros, su tonalidad oscura-azabache nos recuerda su exclusividad en la naturaleza.

El verde, garantiza la calidad de nuestra pajarería; a su vez, nos trae a la memoria esa pequeña avecilla que revolotea libre por nuestros campos, barrancos y montes; y que los aborígenes de nuestras islas desde su condicionamiento neolítico, capturaban y cuidaban en cautividad.

Este pajarillo, conocido como serinus canarius, es el antepasado de todos los canarios que se crían en la actualidad; es decir, el irrenunciable ancestro filogenético de todas las variedades de canarios de jaula. Su color es “amarillo verdoso en la frente, región supercilar, garganta, pecho y rabadilla; tiene un bajo vientre y las intracoberteras (infracoberteras) caudales de color blanco (5), el rostro gris verdoso y salpicado de negro, remeras grises, coberteras verdeamarillentas y timoneras grises orilladas de amarilloverdoso. La hembra es de colores más apagados”  (REGULO, 1976).

Concluyendo; preferimos un buen número de buenos verdes, que una abundancia de parisinos manchados y amarillos; porque, siempre recurrimos al verde para mejorar el color y la calidad de plumaje así como su textura y su tamaño.

Como consecuencia de la cría en cautividad del canario silvestre – llamado “le serín ordinarie (JANNIN, 1852) y conocido en Europa como “canario doméstico”- aparece su  primera mutación hacia 1600, que afecta la totalidad de su material cromosómico; situación, la cual origina, que el plumaje de color verde-oscuro, gris y amarillo pasa a ser “amarillo” en su totalidad (BASEGGIO y LOMBARDINE, 1974).

Rizado de París. 1er premio Nacional 2006

El color “AMARILLO” procede de una mutación a través de la cual se eliminan o se inhiben los pigmentos melánicos, desarrollando sólo el lipocromo de fondo amarillo; a esta mutación se le conoce o denomina acianismo, amelanismo, xanticismo (CUEVAS, 2008, 2009).

Esta mutación tiene lugar en “el gen que codifica la síntesis de la enzima tirosinasa, lo que produce un bloqueo de la ruta metabólica de la melanogénesis en una fase temprana de la misma, lo que impide el depósito de melanina en el plumaje, piel y partes corneas” CUEVAS (2008, pág 59); color, que deja en la memoria del visitante un grato recuerdo de su  paso por nuestro aviario.

Los parisinos “MANCHADOS” o píos, reproductores en nuestra pajarería, poseen los siguientes colores: amarillos y blancos con manchas negras, grises y brunas; así como grises con bastantes plumas blancas; la superficie que ocupa la mancha suele ser bastante variable.

Son canarios con acianismo parcial, zonas desprovistas de melaninas CUEVAS (2009, pág 32), es decir, en su lipocromo conservan parte de su melanina, porque genéticamente siguen siendo melánicos.

Estos parisinos suelen ser los comodines de todos los demás colores. Nosotros, cuando comenzamos a formar las parejas reproductoras para la cría, los primeros casetones son ocupados por estos machos; los cuales, no obstante, han sido seleccionados por sus características; lo más ajustadas al estándar. Su hembras, suelen ser verdes y manchadas nevadas.

Parisino manchado. Tercero Nacional 2007

En nuestra pajarería, llamamos canelos a los parisino de color “BRUNO” (6); y que algunos aficionados según el origen del bruno llaman isabelas. Sin embargo, CUEVAS (2008, pág.86) describe el color isabela como un bruno diluido, es decir, un canario bruno en el que las melaninas marrones (eumelanina y melanina envolvente o dispersa) han sido diluidas, así como presentan una importante reducción de la feomelanina (de color marrón, casi rojizo), por lo que el lipocromo se manifiesta más nítidamente (7).

Rizado de París Bruno

Los canarios de este color en el contexto anglosajón se denominan o son conocidos como cinnamon; aunque con algunos matices. Con respecto al verde es recesivo y es un carácter ligado al sexo.

Un buen bruno presenta un rico color canela distribuido uniformemente a lo largo del plumaje;  si su fondo es blanco, según nuestra experiencia, evidencian  más calidad. Si queremos mejorar los canelos se deben acoplar según (BASEGGIO, 1986) con buenos verdes, pero con evidentes matices brunos; los machos serán verdes portadores de canelos y las hijas canelas.

Según criadores y publicistas, el bruno se puede introducir en un cultivo con el fin de mejorar la calidad del plumaje, que llega a ser suave, fino y brillante. Pero, debemos tener cuidado de no abusar mucho de la dosis, por el fenómeno de contracción (BASEGGIO, 1989).

Las canelas de nuestra pajarería que nunca son muchas, resultan de portadores manchados (amarillos píos); asimismo, hemos tenido parisinos blancos y amarillos con manchas canelas de excelente plumaje, varias canelas de fondo blanco siendo una de ellas un extraordinario parisino y  canelas de fondo amarillo.

Rizada de París blanco manchado en bruno.

Siempre hemos acoplado las canelas uniformes con parisinos amarillos manchados en verde; no así, las parisinas blancas manchadas en canela. Como reproductoras, preferimos las hembras canelas de fondo blanco y blancas manchados de canela; más que, las canelas de fondo amarillo o amarillas con manchas canelas.

Actualmente, tenemos una hembra canela de fondo amarillo; a la cual, le hemos reservado un macho verde y un amarillo manchado para su apareamiento; asimismo, tenemos varios machos amarillos manchados portadores de bruno.

Los hijos e hijas de las hembras blancas brunas y brunas de fondo blanco siempre presentan buen volumen y una buena calidad de plumaje; en cambio, las de fondo amarillo, no es el caso en cuanto a volumen y calidad de pluma; la experiencia nos dice que producen aspectos negativos como la reducción de las plumas de la cabeza y perdida de talla

No obstante, en este último año, la pareja formada por una bruna de fondo amarillo con un manchado en amarillo de buena talla y con cabeza de gigante; resultó que la mayoría de su descendencia poseía buena talla, pero cabecita (pequeña) de gigante en algunos, poco volumen y poca calidad de pluma en todos; el macho había ganado un primer premio a nivel local en AGI.

Como el tamaño de la muestra, brunos y portadores de bruno, no es muy amplia; resulta poco representativa para afirmar qué cualidades aporta la pluma bruna o canela a la calidad de nuestros parisinos; lo que sugiere que debemos indagar más sobre este tema

Hembra GRIS

Otros parisinos, que criamos en nuestra aviario son los blancos y grises. El “GRIS”,  resulta de la combinación del verde con el con el blanco; es decir, los grises son verdes con el color blanco de fondo. Existen toda una variedad de grises, que van del matiz claro al oscuro. Sin embargo, procuramos, porque lo preferimos, que el macho sea de un gris total; en cambio, aceptamos la hembra con partes claras o casi blancas en la zona ventral, cuello y cola: las hembras de color gris suelen tener buen tipo.

El parisino base de nuestra pajarería es de color “BLANCO”; ha sido el pájaro reproductor de más calidad que hemos tenido; sus características se ajustaban perfectamente al estándar; su material genético recorre la sangre de la mayoría de nuestros canarios, porque su descendencia siempre era de alta calidad; de su cruzamiento y progenie hemos obtenidos la mayoría de los parisinos que han ganado a nivel local, nacional y mundial.

Suponemos, que el color no garantiza la clase de este reproductor; sino su calidad homocigótica, capaz de transmitir sus genes de calidad a su descendencia.

Reproductor base de nuestra línea de parisinos; foto sacada el último año que se utilizó como reproductor

El color blanco en el canario, según GÍMENO (2001, pág 39) “no supone más que la ausencia en su plumaje de todo tipo de pigmento”; encontramos dos tipos de parisinos de color blanco: el dominante y el recesivo.

Los blancos dominantes, aparecen por una mutación de carácter dominante, de ahí su denominación, que impide la sedimentación parcial en su plumaje de los pigmentos amarillos, por lo que su apariencia es blanca. Únicamente queda restos de amarillo en los hombros y en las plumas remeras y timoneras. (CNJ/FOCDE).

La aparición del canario blanco recesivo, es debida a una mutación genética de carácter recesivo, de ahí su denominación, que impide totalmente la sedimentación de los pigmentos grasos. El aspecto de estos canarios es de un blanco nítido, sin que en ningún lugar pueda apreciarse resto alguno de lipocromo, hasta el punto de que su piel tiene una tonalidad azulada, al no poder colorear la grasa subcutánea. Estos restos que se aprecian mejor con las alas cerradas, deben ser mínimos (CNJ/FOCDE).

El PLUMAJE; en los parisinos debe se largo y ancho, fino y sedoso y muy voluminoso; asimismo, provisto de buenos rizos y con un esplendido brillo, como consecuencia de una alimentación adecuada y de los baños de agua, sol y aire que reciben cuando se ponen fuera del aviario en contacto con la naturaleza.

Con un plumaje de estas características podemos decir que el parisino resulta toda una fantasía, que lo “hacen parecer más grande de lo que es en realidad”; y que según (AUBAC, 1959)  “es cualidad esencial en la raza”. Para CNJ/FOCDE  el plumaje debe ser “largo, fino, sedoso y muy voluminoso”.

En los rizados de parís encontramos o distinguimos, como en la mayoría de los canarios de postura, tres tipos de plumas:

 -          a) Plumas nevadas (fina  y sedosa).

 Son las plumas más adecuadas para acoplarlas con la pluma dura. En ingles se denominan Buff (nevados). Los parisinos que poseen estas plumas son los más preferidos para los concursos.

. Rizado de París. 1er Premio Nacional FOCDE 2009

Según CNJ/FOCDE “los nevados son aquellos canarios cuyo lipocromo no llega a cubrir totalmente las plumas, quedando su extremo y bordes blancos, lo que, les proporciona una apariencia de escarchadura blanca, que debe extenderse por igual y con homogeneidad por todo el plumaje”.

Las plumas nevadas tienen una estructura más ancha y larga,  presentando el borde de la pluma sin pigmentación, haciendo al parisino nevado más agradable a la vista que el intenso;  porque su plumaje, en su conjunto, aparenta mayor volumen.

 -          b) pluma normal, media fina o semifina;

Entre la pluma intensa y nevada existen una diversidad bastante grande de matices, que dependerán de nuestra capacidad para distinguir las gamas del color y la textura de las plumas.

 -          c) plumas intensas (dura).

Tienden a ser plumas relativamente duras, bastante estrechas, cortas  y de fina textura; presentan una alta concentración de caroteno; lo que originan que estén pigmentadas hasta su extremo, es decir, el lipocromo se extiende cubriéndolas totalmente hasta el mismo borde; “en el estado homocigótico es letal” (BASEGGIO, 1989). Son conocidas en el ámbito anglosajón como Yellow (amarillo intenso clásico).

Según el CNJ/FOCDE, “se presentan en canarios de plumas más o menos larga, en los que el lipocromo  se extiende cubriéndolas totalmente hasta el mismo borde. Por ser un factor letal, debe, evitarse el apareamiento de dos sujetos de estas características”.

Recuerda Walker, G.B.R. y Avon, D., (2000, pág. 189),  en un intento de alentar un mayor uso en los concursos de los ejemplares intensos amarillo, la “Société Serinophile la Nationale” de Francia, introdujo en el año 1977 una regla según la cual se podía proclamar ganador a un Rizado de París si obtenía 88 puntos en vez de 90”. Continúan estos autores sugiriendo que “por desgracia, esta regla se aplica únicamente a los concursos franceses y es muy probable que la variante intensa de la raza se pierda en otros países”.

Rizado de París: 2do. premio Nacional 2007

Pero, debemos recordar, que el punto de referencia básico durante los apareamientos es respetar la regla, INTENSO  X  NEVADO; para intentar con este tipo de cruzamiento que la descendencia se aproxime en calidad de plumas al estándar de la raza. Principio, que conlleva  a mantener en los aviarios la pluma intensa.

El primer objetivo del aficionado es garantizar en sus parisinos la calidad de sus plumas (color, suavidad de textura, anchura, etc.). El apareamiento de dos intensos induce a delgadez y pérdida de volumen; en cambio, emparejando dos nevados ocurre lo contrario.

Nevado con nevado, alarga la pluma. Sin embargo, las plumas intensas como las nevadas pueden ser a la vez largas y cortas, duras y suaves con una gran variabilidad en su longitud total como en su textura; y es aquí, donde se complica la elección del macho y de la hembra para formar parejas reproductoras.

“En una cepa o línea donde sobresale el tipo, es indispensable que la calidad del plumaje sea superior; porque si es difícil criar canarios con buen tipo, es mucho más difícil criar pájaros que manifiesten una óptima calidad de plumaje” (BASEGGIO, 1989)Aspecto, donde reside la habilidad del criador para conseguir los puntos de excelencia que se manifiestan en el estándar y son reconocidos por los criadores de parisinos.

Cuando cruzamos dos plumas nevadas (macho y hembra);  procuramos que los parisinos tengan un buen color y una buena textura de plumas; a la vez, deben presentar las buenas características que se reflejan en el estándar, para evitar una descendencia con un plumaje defectuoso aunque se produzca un aumento de talla.

El nevado resultante y siguiendo a ROBSON, (1911) lo cruzamos con un intenso en el siguiente año de cría, para no sacrificar ni el color ni la suavidad de textura y mantener en todo el parisino la calidad fina de plumas; esto es lo que hace que nuestro trabajo sea doblemente difícil.

Aunque mantengamos esta regla de INTENSO x NEVADO; como el material que trabajamos es indistinto (heterocigoto), no siempre se consigue el producto deseado, ya que no tenemos ninguna garantía, que, cuando hacemos este tipo de cruzamiento vayamos a obtener animales de excelentes cualidades.

El éxito dependerá de un equilibrio entre las distintas cualidades o características que define el estándar del parisino y la calidad del intenso y el nevado. De un intenso mediocre y un nevado bueno, no hemos obtenido descendencia de calidad. En cambio preferimos un buen intenso aunque el nevado sea mediocre.

Nuestros mejores parisinos han resultado de un cruce entre un blanco y una hembra nevada manchada en verde; y de un macho manchado intenso, de características gigante pariente del blanco mencionado anteriormente, con una hembra verde nevada.

Parece adecuado destacar que, en estos cruzamientos base de nuestro cultivo, se repartían los genes en la descendencia entre parisinos y gigantes; lo que, nos lleva a pensar, que por sus venas corría sangre de ambas razas. No obstante, sería improcedente acceder a la creencia de que el gigante defectuoso es parisino; consideramos que nuestros parisinos poseen bastante calidad.

Macho gris total con características de gigante

Para evitar la tendencia de regresión (DARWIN, 1809-1882) que suelen tener todos los animales volviendo a un carácter aparentemente perdido hace mucho tiempo (8); es necesario realizar un control minucioso de nuestros rizados para no perder de vista este hecho. Por lo que, debemos intentar realizar un mayor y mejor esfuerzo para no ser superado por este obstáculo y poder encontrar un camino por el  bien de las dos razas de nuestro aviario.

La meta marcada es conseguir dos cepas o líneas netamente diferenciadas con una progresión que se vaya alejando de la raíz; lo que implica una rigurosa selección, que a través de un pedigrí, garanticemos una separación de las líneas de raza. Por consiguiente, debemos mantenerlas bajo un control adecuado, como hemos mencionado anteriormente, para poder obtener una buena descendencia bastante diferenciada y no perder ninguna de las dos razas.

Como conclusión, la ausencia de intensos en los concursos es sólo consecuencia de lo poco valorados por jueces y aficionados; especialmente cuando se comparan con los nevados que han conseguido premios. El color y la calidad del plumaje en los parisinos los trasmite mejor el macho que la hembra; pero ambos deben tener excelentes cualidades, es decir,  lo más ajustadas al estándar,

No obstante, como hemos mencionado anteriormente, el aviario o pajarería, que no mantenga la pluma intensa así como la verde en sus dos variantes, tendrá un futuro lleno de problemas difíciles de resolver en cuanto a la calidad de su plumaje;  un intenso ajustado al estándar es un tesoro.

En un carnaval plasmado de plumas y colores, podemos distinguir claramente en nuestros Rizados de París, TRES RIZOS PRINCIPALES,

  1. el manto, 
  2. el jabot o pecho;
  3. los flancos o aletas;

y como complemento de esta exuberante fantasía de plumas y colores, podemos incluir en su plumaje un cierto número de rizos secundarios, los cuales se conocen como Plumas SECUNDARIAS; encontrádose

  1. en la cabeza,  
  2. en el cuello y,  
  3. sobre la base de la cola

 

Destacar por último, las plumas de las alas, las plumas de las patas y la cola.

Finalmente manifestar que para crear una línea o cultivo de alto nivel genético con las características propias del estándar; el Prof. G. DE BASEGGIO (1989, 1996), nos recomienda en su quinta regla que: “el TRIO  debe estar formado por un macho de óptima calidad, pero sobre todo debe ser excelente en el color, calidad del plumaje, el porte y la talla”. Esto conlleva  recordar durante los apareamientos, las cualidades que aportan tanto el macho como la hembra.

En este marco genético podemos detallar que las características predominantes heredadas del macho son: la talla, el color, la calidad del plumaje y el porte;  y las heredadas de la hembra: el tipo, la cabeza, la forma y la constitución.

Características, todas ellas, que el criador debe tener presente en los apareamientos; las cuales hemos intentado priorizar en nuestro estudio sobre el parisino.

Rizados de París de color verde

 

 

Notas

(1) Brachimorfo o Braquimorfo: (Del griego brakhýs, corto y morphe, forma). Sinónimo: BRAQUlTÍPICO. Forma poco elevada, ancha y gruesa, achaparrada y rechoncha; dicho de otra manera, cuerpo más corto y más ancho que lo normal. Presentan una relación equilibrada entre los diámetros longitudinales y transversales.

(2)   Larousse Enc. 1970.

(3)  Las claves de la escultura. Capítulo VI: El Volumen. Juan José Martín González. Edt. Planeta 1995.

(4)  “La hibridación de los canarios domésticos con el cardenalito de Venezuela, se lleva a cabo en 1920, con la introducción del factor rojo y el carácter mosaico, a través de la incorporación de nuevos genes, una mayor fortaleza y resistencia a las enfermedades en los ejemplares de factor rojo (vigor híbrido)” CUEVAS (2008, pág. 7).

(5) Pensamos, que la utilización del vocablo intracoberteras en vez de infracoberteras por el Dr. Régulo; es consecuencia de un posible error tipográfico al transcribir este concepto, cambiando la f por la t. No obstante, como estos conceptos en biología son difíciles de deslindar por el profano, parece adecuado no profundizar en el tema; sólo manifestar que usaremos el término infracoberteras para nombrar las plumas de esta zona.

(6)  Este color aparece citado en el listado del capitulo II: “The Names given to Canary-Birds, according their federal Colours”, del libro, A New Treatife of Canary Birds de Hervieux de Chantelaup (1683-1747).

 (7) Aunque sin la precisión que nos gustaría, porque no somos criadores de color; la lectura de los libros, el Canario Isabela y el Canario Rojo del Prof. Cuevas Martínez, ha sido altamente constructiva.

Estas obras, sin lugar a dudas, pretenden acercar a los criadores y aficionados a las bases científicas y técnicas de la biología aplicada al pájaro canario; así como a sus procedimientos más elementales.

Libros, de fácil lectura, constituyen un instrumento útil para criadores y jueces. Por ello, una vez consultados, sería una falta imperdonable no reconocer el alto valor de su contenido en lo informativo y formativo; así como, por su contribución a la canaricultura y ornitología española.

(8)  “Las especies separadas presentan variaciones análogas, ofreciendo a menudo la variedad de una especie determinada algunas de las peculiaridades de una especie afín, o retrocediendo a cualquiera de los caracteres de un progenitor remoto” (Tomo I, pág. 230).

“Después de 12 generaciones, la proporción de sangre –valgámonos de una frase corriente- de cualquier antepasado sólo es de 1 en 2048; pues, aun así, se considera generalmente, como vemos, que esta reducidísima proporción de sangre extraña conserva la tendencia a la regresión” (Tomo I, pág. 231).

(9)  Por la imposibilidad de encontrar un vocablo que exprese el concepto de paracerco; hemos creído oportuno conservarlo como primer acercamiento a esta zona del parisino.

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Revista Pájaros (FOCDE): N. 87 – Segundo trimestre 2011

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